Relato de un caso real de un joven español:
“Tengo 21 años, en septiembre he iniciado clases, otra vez!,
para hacer mi tercer intento de obtener el bachiller.
No me considero un “lumbreras”, pero tampoco soy tonto, sé
que tengo capacidad de aprendizaje, creo que el gran problema que tengo es que
el sistema educativo actual no se adapta a mí.
España, tiene varios problemas estructurales:
-
Una matriz productiva obsoleta e ineficiente
-
Un sistema educativo, a mi nivel de bachiller,
desactualizado y obsoleto
-
Una corrupción institucionalizada
Con estos ingredientes es fácil entender los motivos por los
que nosotros, los jóvenes, no podemos salir adelante, encontrar trabajo,
independizarnos de nuestros padres, en definitiva, progresar en la vida.
En mi caso, en el 2011 me quedaron 4 materias para aprobar
el bachillerato. Repetí en el 2012 y
aprobé 2 de las cuatro asignaturas, me quedaban 2 pendientes, en las que me
matriculé el año 2013, aprobando una de ellas.
Para este año me ha quedado una asignatura, lengua, que no hay manera de
que la apruebe.
Me he matriculado en el nocturno, a distancia, además de la
escuela de adultos, a ver si por un camino o por otro logro acceder a una
Formación Profesional, que es mi objetivo.
En principio era la Universidad, pero viendo a tanto profesional con 4 o
más años de preparación, desempleados y sin perspectivas de futuro, he cambiado
de idea, prefiero una carrera corta y práctica como son los FP que, es ahora,
cuando por fin el gobierno se ha dado cuenta que la Formación Profesional es
una alternativa viable para tanto joven desempleado.
Nuestra educación está en manos de políticos, no de técnicos
y profesionales de la enseñanza, tan solo basta ver todas las reformas
educativas que han existido desde los años 70.
En mi caso, cuanto tiempo hubiese ahorrado y cuantos recursos
del estado se habrían ahorrado en mi formación, si es que existiera de verdad
una técnica, un método una estructura de Orientación Vocacional, que nos aclare
el camino a seguir, en base a pruebas, test, evaluaciones, etc.
Lo que no puede ser, creo yo, es que siga repitiendo una
asignatura, año tras año, cuando en mi vida profesional, estoy seguro que no me
va a servir. De hecho las FP que barajo
seguir ya me he preocupado yo que no tengan esa asignatura o, por lo menos, que
no tenga un nivel intensivo, porque es que no puedo con ella.
El sistema falla claramente, no se preocupa del individuo,
valora estadísticas, aplica reformas en masa, no estudia casos individuales,
para actualizar sus técnicas, no se corrigen errores como es mi caso.
Creo que si no es por mi persistencia, mi insistencia de
seguir adelante, porque veo la necesidad de formarme e independizarme, me
convertiría seguro en un “nini” y no quiero serlo!, no quiero rendirme,
lamentablemente, poco me ayuda este sistema a cumplir mis objetivos.
También creo que para las futuras generaciones, se debería
replantear todo el sistema de enseñanza, porque desde niños nos manejamos con
soltura en las nuevas tecnologías. Lo
que no puede ser es que nos sigan enseñando en una pizarra y nos sigan evaluando
con papel y boli.
Luego se preguntan los partidos tradicionales, por qué no
les apoyamos. Simplemente es que estamos
hartos de todo, nos han hecho perder la fe y la esperanza, nos hemos dado
cuenta que vivimos en un país basado en falsas estructuras morales, en
apariencias, en hipocresías y lleno de corruptos. ¿Qué esperan que hagamos nosotros?, realmente
¿esperan nuestro apoyo?.
Creo ciertamente que no les importamos en lo mas
mínimo. Lo único que buscan es
mantenerse en el poder no buscan cambios.
Para terminar quiero brindar una rayo de luz esperanzador:
somos jóvenes!. A lo largo de la
historia de la humanidad han sido los jóvenes con su rebeldía, con su fuerza
para romper viejos esquemas, los que han logrado cambiar las cosas.
Yo soy uno de ellos, quiero seguir creyendo que con fuerza,
estudio y trabajo contribuiré con mi granito de arena para cambiar este país,
espero que así sea.”
Fin del relato.
Algunos apuntes finales:
1.
“Nini”:
es un término que hace referencia al sector de la población joven española
que Ni estudia, Ni trabaja.
2.
Desde finales de los años 90 y la mitad de
la década del 2000, aproximadamente, el
paro en España se situaba más o menos en el 8%.
La generación de profesionales en infinidad de ramas tanto a nivel
universitario como de formaciones profesionales, demostraba que no existía una
estrategia, un plan, una coordinación entre la educación universitaria y el
mundo empresarial: el mercado laboral.
Tanto es así, que a finales de los 90 e inicios del 2000, hubo una gran
apertura a la inmigración por dos factores fundamentales: en primer lugar, España necesitaba gente para
desempeñar trabajos que los españoles NO QUERÍAN HACER, por ejemplo,
agricultura, trabajos domésticos, albañilería etc., y en segundo término para
mejorar la tasa de natalidad que estaba en niveles alarmantes.
Los jóvenes españoles se dedicaron exclusivamente a
desempeñar trabajos en la hostelería y las nuevas generaciones en la
construcción, abandonando completamente su formación. Y no querían desempeñar
esos “otros trabajos”, porque se habían formado para actividades completamente
diferentes a lo que ofrecía el mercado laboral en ese entonces.
Ninguno de los gobiernos reaccionó ante esta anomalía, a
pesar de los avisos que ya iban dando las estadísticas, el paro hasta el año
2008 se situaba en un preocupante 10%, aproximadamente.
Los políticos no pensaron en función de estado, de
futuro, sino solo en sus intereses políticos y en conservar el poder, con lo
que se descuidó completamente un diseño estratégico de matrices productivas
diferentes, alternativas a la clásica: turismo-ladrillo-agricultura.
“De aquellos polvos, vienen estos lodos”. La falta de visión de futuro ha causado un
daño irreparable a una generación entera de jóvenes que no tiene alternativas
reales de encontrar empleo en años. Y lo
más preocupante es que no se prevé un cambio real a la vista.
Es nuestra misión generar conciencia social, contribuir
con cualquier granito de arena que siempre será útil para revertir esta
situación.
3.
Nos gustaría compartir con ustedes algunas ideas
que iremos actualizando en este post, sobre facilidades para desarrollar
trabajos o actividades como autónomo en el autoempleo (freelance).
Hemos investigado que se puede desempeñar una actividad
profesional, llámese bloguero, por ejemplo, y declararla en Hacienda, si ningún
problema, sin necesidad de darse de alta como autónomo en la Seguridad Social,
siempre que los ingresos mensuales no sean superiores al importe mensual del
importe del sello de autónomo.
Es una alternativa interesante para aquellos que navegan
por la red y generan pequeñas ganancias con publicidad, redacciones de
artículos para blogs, desarrollo de software, etc.
Os facilitamos direcciones de
portales con ofertas de trabajo de este tipo: